Cuando se fotografía la miseria y el sufrimiento es preciso resaltar la
dignidad de cada individuo, incluso en las situaciones más delicadas y
miserables. Y hay que tener mucho cuidado para no caer en el voyerismo.
No resulta fácil. Solo se consigue sintiendo una profunda solidaridad
hacia la gente que está delante de la cámara, logrando de ese modo
sumergirse en sus vidas. Hay que hacer un esfuerzo muy grande de
comprensión para entender esa realidad. Muy pocos fotógrafos tienen esa
capacidad. La mayoría toman rápidamente unas cuantas fotos y se marchan.
Sebastião no trabaja así.
Wim Wenders Traducción de Virginia Solans
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